Nuestra Señora

Nuestra Señora Del Adviento - Blanco - 18 Cm

77,24 €

¡Nuestra Señora, modelo también para todas las mujeres embarazadas, espera a Jesús!

ADVENIMIENTO

 El Adviento (del latín Adventus: "llegada", del verbo Advenire: "llegar a") es el primer momento del año litúrgico y corresponde a las 4 semanas antes de Navidad. Para los Cristianos, es un tiempo de preparación y alegría, de espera, donde los fieles, esperando el Nacimiento de Jesucristo, viven el arrepentimiento  y promueven la fraternidad y la paz.

La primera referencia al "Tiempo de Adviento" se encuentra en la Península Ibérica, cuando en el año 380, el Sínodo de Zaragoza prescribía una preparación de tres semanas para la Epifanía, fecha en la que, en el pasado, también se celebraba la Navidad.

Hay informes de que el Adviento comenzó a celebrarse entre los  siglos IV y VII  en varias partes del mundo, en preparación para la fiesta de Navidad.

A finales del siglo IV, en la Galia (actual Francia) y en la Península Ibérica (actuales Portugal y España), tenía un carácter ascético  con ayuno, abstinencia y que duraba 6 semanas como en la Cuaresma (era la llamada Cuaresma de San Martín). Este carácter ascético para la preparación de la Navidad se debía también a la preparación de los catecúmenos para el bautismo en la fiesta de la Epifanía.

El carácter misionero del Adviento se manifiesta en la Iglesia con el anuncio del Reino. Las figuras de Juan Bautista y María son ejemplos concretos de la vida misionera de todo cristiano, preparando el camino del Señor y llevando a Cristo a todos.

El Adviento es también un tiempo propicio para  la conversión, la oración y el estudio de la Palabra.

En el Adviento, necesitamos renovar nuestra experiencia de confianza, abandono y dependencia totalmente de Dios y no de los bienes terrenos.

Hay varios símbolos de Adviento que nos ayudan a profundizar en el misterio de la Encarnación y a vivir mejor este tiempo. La Corona de Adviento: está formada por ramas de hoja perenne, entrelazadas, formando un círculo, en el que se colocan 4 grandes velas que representan las 4 semanas del Adviento. Todos los domingos se enciende una vela hasta la última (4ª). La luz naciente indica la proximidad de la Navidad, cuando Cristo el Salvador y la Luz del Mundo brillarán para toda la humanidad. También representa nuestra fe y nuestro gozo en el Dios que viene.

El Adviento es también un tiempo esencialmente Mariano. Por este motivo, la solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de Diciembre) se celebra en el "centro" de Adviento, constituyendo así una forma de preparación a la Navidad. La Santísima Virgen María es la que está unida al Hijo de Dios por un vínculo estrecho e indisoluble y, por tanto, sin pecado original. Con su "Fiat", María vive su silencio escuchando a Dios mismo que viene: "He aquí la esclava del Señor. ¡Hágase en mí según tu Palabra!"

Pidamos a Nuestra Señora, Madre de Dios, que camine con nosotros en Adviento. Que ella sea siempre el modelo de los que esperan la venida del Señor, porque reconocemos nuestra fragilidad humana y tenemos necesidad de Dios. Como María, seamos siempre comprometidos y colaboradores de la obra de Dios y aprendamos a vivir en Cristo y a anunciarlo a todos.

Referencia: 41-1430WX

DOLOMITA (Piedra reconst.)
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